Ácido hialurónico
El ácido hialurónico es una molécula presente de forma natural en nuestra piel, cuya principal función es atraer y retener el agua, manteniéndola hidratada, firme y elástica. Con el paso de los años, su producción disminuye, lo que provoca la aparición de arrugas, pérdida de volumen y una textura cutánea más apagada.
En dermoestética, el ácido hialurónico es uno de los tratamientos más efectivos y seguros para restaurar la juventud del rostro sin necesidad de cirugía. Se aplica mediante microinyecciones precisas en distintas zonas del rostro, adaptándose a las necesidades de cada paciente. Sus efectos son visibles de forma inmediata, con resultados naturales y progresivos.
El tratamiento con ácido hialurónico es mínimamente invasivo, rápido y con una recuperación prácticamente inmediata, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes desean realzar su belleza de forma sutil, segura y eficaz.
Beneficios principales:
Hidratación profunda y duradera de la piel.
Relleno de arrugas y líneas de expresión (como el surco nasogeniano o líneas de marioneta).
Aumento y definición de labios.
Reducción de ojeras y revitalización de la mirada.
Restauración de volumen en pómulos, mentón y contorno facial.
Mejora de la textura y elasticidad cutánea.
Zonas de aplicación más frecuentes:
Labios
Pómulos
Ojeras
Mentón
Surcos nasogenianos
Código de barras (arrugas peribucales)
Líneas de marioneta
